lunes, julio 17, 2006

Platonico I

Me encontraba adelante de la mesa de siempre en medio del salon, mirando a la gente que entraba al local en su hora de almuerzo, quizás andaban paseando y yo los estaba juzgando.
Me sentia hermosa, tan linda, con mis labios brillosos, mi sombra haciendo juego con la camisa que me entrega la empresa, por supuesto con una sonrisa de oreja a oreja.
Intachable, como me habia calificado un compañero.
Ya me habia sucedido una vez, pero no imagine que seria otra vez...sucedio tan magicamente como el tiempo en Buenos Aires en pleno invierno con 20 grados, que no sabes si ponerte pollera o pantalon, llevar campera o simplemente arreglarte con un simple saco.
Sus ojos eran claros, su pelo rubio, le colgaba un bolso, de una mensajeria, entro al local y me puso los ojos encima, yo le devolvi la mirada casi seduciendolo sin miedo.
Se me acerco, evito a los demas vendedores y me pregunto por tres libros.
Ni mire el papel donde habia escrito los nombres, (algo que habitualmente hago) solo me quede mirando sus ojos y le pedi que me acompañara a la pc, para buscar los otros dos titulos que no conocia.
Solo habia un titulo, de tres.
Me pidio anotar el precio, se notaba que no era para el si para su jefe. Se noto que lo mire y que el me miraba, al punto de que mis mejillas estaban coloradas.
Le di rapidamente la tarjeta del local, y ahi en un papel aparte le anote el precio del libro, no me atrevi a mas.
Y el se fue.
Me quede perdida mirando como su figura se iba por la multitud que entraba al local, el...se me quedo mirando y me guiño el ojo casi sensualmente...sabiendo que...las miradas delataban lo obvio.

(1 hora despues).
Me encontraba de costado, cerca de una de las bibliotecas y de una de las computadoras, me reprimi, me puse mal, no me atrevi a decirle "hasta luego" y me daba bronca.
Mucha.
Sus ojos volvieron a cruzarse con los mios, cuando atraveso otra vez la puerta del local.
Me miraba desde lejos y venia directo a mi.
Un compañero lo intento detener, el siguio caminando.
Se me acerco, solo me atine a decirle "volviste" el me dijo "si, volvi". Lo lleve a la mesa donde se encontraba el libro que el buscaba, me miro, lo mire, me volvio a dedicar un guiño de ojo y sin dudarlo lo acompañe a la caja.
Cuando pago y se estaba por ir, paso por al lado mio.
Mi piel estaba rara.
Me toco apenas.
Y el... me dijo hasta luego.
Mientras sus ojos claros me miraban y una sonrisa complice nos miraba.

(Su empresa esta a la vuelta de mi trabajo).

Chir.

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