miércoles, noviembre 16, 2005

Maipu

Esta vez fue Maipu, pero no porque quisimos, si no porque asi se dio.
El helado en el lugar habitual, ambas elegimos igual de sabor mantecol, con mucho chocolate y dulce de leche para mi y ella lo cambio por el limon.
Antes de una tortura papelera, en donde mi deleite era mirar las mil lapiceras, papeles etc, ella me hizo cafe (porque me conoce y sabe como me gusta el cafe) me presto su taza verde con amarillo, recien adquirida, me dejo sentarme al lado de ella, mientras terminaba de trabajar.
Caminando por Florida, ella me escucho, ademas de confesarme su futuro y hacerme sonreir, ella sabe hacerme eso, creo que nunca me vio llorar, y si me viera llorar, sacaria sus carilina de su cartera negra y me los ofreceria, pero en fin, no paso eso, me escucho, aconsejo, me entendio, y me dijo que siga a mi corazon.
(Como esas buenas amigas que se cuentan con los dedos de las manos)
Su futuro es lindo, porque la tendre mas cerquita de mi y eso me pone feliz.
Y siempre nos pasa lo mismo.
(Es nuestro momento)
Helado de cuarto, en la heladeria pedorra que tiene el helado que nos gusta, pero nunca logramos llegar a la San Martin, para saborear ahi el helado, sentadas y mirando los arboles, porque en el camino se termina y medio angustia eso, pero esta vez hice un esfuerzo y lo termine despues en la plaza con ella, mientras hablabamos mas y mas (las lenguas ardian) y si bien, desde el colectivo nos miraban con cara de "que guachas comen helado" no nos importo.
Y caminando por Maipu escuche sus sueños, me hizo tan bien como todos los dias cuando hablamos, cuando le cuento mis esperanzas y deseos.
A las ocho nos separamos, ella se subio a su colectivo para ir hasta el lugar donde deja la voz todas las semanas, yo camine hasta el subte para volverme a casa.

Chir

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